Browse » Home
-Quiero el divorcio.- comenta él mientras se dirige la puerta.
-Yo también.- respondo.
Qué valor tienen estas palabras cuando uno no está casado? Los dos sabemos que nunca lo vamos a dejar. Es una situación que nos encanta y seguiremos así hasta el fin de los días, aun sin saber qué nos deparará el futuro.
L.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentarios:
MALDITA SEA, quiero seguirte y no se como
tu blog es fascinante
Publicar un comentario